Perfil: Niños de un año


Los ejes centrales que atraviesan esta etapa son el desarrollo de la capacidad de representación y la afirmación de la locomoción (gateando o caminando).

Motricidad Gruesa

Las habilidades motoras gruesas tienen que ver con los movimientos que utilizan grandes grupos musculares como caminar, correr, saltar, escalar.

El deambulador camina, recorre, descubre nuevos espacios. Se encuentra en constante movimiento. Esta capacidad le permite un rico intercambio con el medio, posibilitándole enfrentarse a éste con creciente autonomía. El desplazamiento y los movimientos globales ocupan un lugar central. Puede desarrollar una gran variedad de movimientos: sentarse en una silla, subir y bajar escalones, trepar, probar juegos de equilibrio, girar, dar vueltas. Gracias a la locomoción su espacio se ha ampliado, experimentando un gran placer al recorrerlo. Le agrada introducirse en escondites como cajas o túneles.

Motricidad Fina

Las habilidades motoras finas se refieren a pequeños movimientos realizados con las manos, los pies, los dedos y las muñecas.

En esta etapa el niño avanza en la coordinación de los movimientos finos. Esto puede observarse en las distintas actividades que realiza: construye, dibuja, transporta y manipula objetos, pasa las hojas de los libros.

Aspecto emocional, identidad y relación con los otros

El niño de un año se muestra independiente y seguro pero al mismo tiempo se acerca en busca de protección. Se interesa por su cuerpo, manipulándolo e investigando sus orificios. Suele probar su fuerza: puede empujar, apretar, morder. Es frecuente encontrar en esta etapa actitudes de negativismo y oposición. Estar "en contra" de alguien, oponerse, es una forma de diferenciarse, de saber que son dos personas distintas que tienen ideas distintas. Esto es lo que busca el pequeño en esta etapa: auto afirmar su identidad y ser reconocido como persona (con gustos y sentimientos propios).

Desarrollo cognitivo

Durante esta etapa Piaget distingue dos Estadios (los dos últimos del Pensamiento Sensoriomotor) de aproximadamente seis meses de duración cada uno. Desde los dieciocho hasta los veinticuatro meses se puede observar una progresiva interiorización de los esquemas de acción. Sus actividades se van encadenando y coordinando progresivamente. El niño busca situaciones y actividades nuevas, experimenta con la realidad. Estas acciones son llamadas por Piaget Reacciones Circulares Terciarias. La conducta del pequeño está dirigida, tiene una intención, no es azarosa. Descubre nuevos medios para resolver problemas y para interactuar con el ambiente. Está adquiriendo la capacidad de pensar sus actos. Reconoce personas y objetos y los puede recordar aunque no los vea.

Piaget distingue cinco conductas trascendentales que aparecen durante el segundo año de vida: la Imitación Diferida, el Juego Simbólico, el Dibujo, la Imagen Mental y la Evocación Verbal de Acontecimientos. Estas conductas pueden observarse en distintas situaciones cotidianas y dan cuenta de su incipiente capacidad de representación.

Comunicación

El niño de esta edad comprende más (lenguaje comprensivo) de lo que puede expresar (lenguaje expresivo). Las primeras expresiones consisten en palabras únicas (palabras frase) que tienen el significado de una frase completa (por ejemplo, el pequeño dice "agua" y quiere decir "¿Me das agua?"). Gradualmente se irán incluyendo nuevos elementos a esta estructura base (verbos, adjetivos, adverbios, preposiciones).

Comentarios