Perfil: Bebés de cero a tres meses de vida


El Período Neonatal es clave para la supervivencia del recién nacido, quien es totalmente dependiente del adulto y necesita ayuda externa para sobrevivir. Interactúa con el ambiente a través de diferentes medios, disponibles para él al nacer, como los sentidos y los reflejos. Con respecto a estos últimos, son ejercitados por el pequeño para, paulatinamente, construir esquemas reflejos (por ejemplo, luego de las primeras experiencias de succión, el bebé puede ajustarse mejor al pezón de su madre).
Su atención se desliza por un mundo indiferenciado, no tiene noción de sí mismo. Va experimentando diferentes texturas y sensaciones corporales. Toma contacto con voces, sonidos y olores.

Como mencioné anteriormente, el recién nacido entabla una relación con el ambiente a través de los reflejos, los cuales son respuestas involuntarias frente a determinados estímulos: el reflejo de parpadeo, el reflejo de succión, el reflejo de respirar, el reflejo de prensión. Algunos se van desarrollando a lo largo de toda la vida y otros desaparecen a medida que el bebé madura.

Características corporales

Su peso suele fluctuar entre los 2800 y los 3500 gramos. Su longitud media es de 49 centímetros. Estos números deben ser tomados en términos generales, ya que el tamaño del recién nacido está relacionado con diversos factores (talla de los padres, nutrición materna, género, entre otros). Los neonatos suelen dormir gran cantidad de tiempo.

Motricidad

El desarrollo motor se produce de la cabeza hacia las piernas (céfalo-caudal) y del centro del cuerpo hacia las extremidades (próximo-distal). Teniendo en cuenta esto, el bebé irá obteniendo control, en primer lugar, sobre los movimientos de la cabeza y el tronco. Asimismo, primero irá controlando las partes centrales del cuerpo (Motricidad Gruesa) antes que las más alejadas, como las muñecas y los dedos (Motricidad Fina). El nenonato aún no puede sostener la cabeza. Su tono muscular es principalmente de flexión; esto significa que brazos y piernas permanecen replegadas y dobladas sobre su cuerpo. Sin embargo, frente a ciertos estímulos (un ruido brusco, por ejemplo), se puede producir la extensión de las extremidades.

Percepción

Al nacer, los sentidos se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. El tacto, el olfato, la audición y el gusto son plenamente funcionales. La vista, en cambio, precisa aún de cierta maduración.

Tacto: El bebé presenta una amplia sensibilidad. Es una de las vías primordiales de relación con los padres o cuidadores. Las caricias, los masajes, los abrazos, el sostén y los mimos son imprescindibles para construir los primeros vínculos y lazos de afecto mutuo. Este afecto es la base para el desarrollo saludable del niño.

Olfato: El bebé puede diferenciar entre una variedad de olores y discriminar entre un olor placentero y otro desagradable.

Visión: Es el sentido menos desarrollado en el recién nacido. La maduración fisiológica de este sistema sensorial aún necesita ser completada. La acomodación visual es lenta y complicada. La distancia de enfoque a partir de la cual el pequeño puede ver un objeto con mayor claridad se sitúa entre los 10 y los 75 centímetros.

Audición: Este sentido está mucho más desarrollado que el de la visión. Es importante destacar que el bebé puede oír antes del nacimiento, aproximadamente a partir de la semana 28 de gestación. El pequeño puede responder con llanto a los sonidos repentinos y fuertes, mientras que los suaves y rítmicos como las canciones de cuna, suelen tranquilizarlo.

Este perfil y los que desarrollaré en las próximas publicaciones, son una guía para tener una noción general de las características de los niños en diferentes etapas del desarrollo. El perfil real se realiza observando al grupo y a cada pequeño, para conocer y entender su contexto y sus particularidades.

Comentarios