Perfil: Bebés de tres a nueve meses de vida


Existen cuatro hitos evolutivos a lo largo de los primeros doce meses de vida. Pueden surgir un poco antes o un poco después, ya que cada niño es único y se desarrolla a su ritmo.

Alrededor de los tres meses de vida: El bebé logra la primera coordinación viso-motora. Puede mirar lo que tiene en la mano. Continuará desarrollando esta habilidad que le permitirá, en el futuro, tomar los cubiertos, tomar un lápiz, pasar las hojas de un libro, dibujar, escribir.

Alrededor de los seis meses de vida: Durante estos meses el bebé pasa de estar en situaciones pasivas a ser más dueño de sus movimientos y poder dirigirlos.

Alrededor de los nueve meses de vida: El niño descubre el placer por el desplazamiento y por la sustentación vertical, sujetado de los barrotes de la cuna o de algún mueble. Puede combinar distintos esquemas motores: se para, se sienta, se arrastra, gatea, vuelve a pararse, toma un objeto.

Alrededor de los doce meses de vida: El pequeño comienza a abandonar el sostén que le brindaban los barrotes de la cuna o los muebles y da sus primeros pasos.

Motricidad

Entre los cuatro y los cinco meses el tono muscular de los abdominales y los de la mitad superior de la espalda se fortalecen. Por esta razón, un bebé tumbado boca abajo, puede comenzar a levantar la cabeza y, posteriormente, el tronco. Entre los cinco y los seis meses, su desarrollo motriz le permite darse vuelta por sí mismo. Entre los seis y los siete meses puede permanecer sentado sin ningún apoyo. Entre los siete y los nueve meses el niño puede trasladarse arrastrando su cuerpo. Hacia el final de este período podrá gatear.

Percepción

A lo largo de esta etapa, los distintos sistemas y esquemas van integrándose paulatinamente (mirar, succionar, manipular), pudiendo coordinarse entre sí. Por ejemplo, el niño puede tocar los objetos que ve, tomarlos, manipularlos (arrojarlos, darlos vuelta, chuparlos). Es importante saber que los bebés exploran los objetos preferentemente con la boca. Al chuparlos, no solo experimentan placer, sino que mediante esta acción los conocen, obteniendo información sobre su textura, color, sabor.

Cognición

Piaget explica cómo se produce la evolución intelectual. Diferencia, en el desarrollo cognoscitivo, cuatro etapas que comienzan en la infancia.

Cero a dos años: Estadio de la Inteligencia Sensoriomotriz.
Dos a siete años: Estadio de la Inteligencia Preoperatoria.
Siete a once/doce años: Estadio de la Inteligencia Concreta.
Doce años en adelante: Estadio de la Inteligencia Formal o de las Operaciones Intelectuales Abstractas.

La etapa que me interesa describir en esta oportunidad es la inicial: Estadio de la Inteligencia Sensoriomotriz. Representa la primera fase del desarrollo intelectual. El bebé posee reflejos y esquemas de acción mediante los cuales se relaciona con el ambiente (personas, espacios, objetos). ¿Cuáles son estos esquemas y reflejos? El llanto, la mirada, la audición, la succión, la prensión, entre otros. El niño, en un comienzo, adapta los objetos a sus esquemas y reflejos (por ejemplo, succiona su mano). Paulatinamente, sucede lo contrario: las acciones o conductas se modifican según el objeto. Así, en lugar de succionar un sonajero (o además de hacerlo), lo sacude para que produzca sonido. El pequeño parte de esquemas y reflejos básicos, necesarios para la supervivencia, los ejercita y va construyendo habilidades cognoscitivas.

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