Los seres humanos utilizamos nuestros sentidos para percibir, conocer y relacionarnos con el entorno. Ellos son: la visión, la audición, el tacto, el olfato y el gusto. Además existen tres sistemas sensoriales muy importantes: el sistema vestibular o del movimiento, el sistema propioceptivo y el sistema interoceptivo.
Sistema vestibular: Involucra el equilibrio, el tono muscular, influye en los estados de alerta y activación necesarios para prestar atención, mantener la concentración y orientarse espacial y temporalmente.
Sistema propioceptivo: Brinda información sobre nuestro cuerpo y sus partes, para poder integrarlas en patrones y secuencias de movimiento que forman nuestras habilidades para la coordinación motora y el control de la fuerza.
Sistema interoceptivo: Los interoceptores son sensores internos que nos informan las sensaciones de nuestros órganos. Sensaciones de hambre, sed, dolor, respuestas a la alegría o el miedo.
La idea de esta publicación es dejarles algunas experiencias que les permitan a los chicos explorar espacios y objetos cotidianos, utilizando sus sentidos. En realidad todo el tiempo lo hacen, pero en este caso vamos a ofrecer ciertos elementos que especialmente ponen en juego el movimiento y la generación de sensaciones.
Escuchar sonidos y jugar a adivinar sonidos: de la naturaleza, del ambiente, sonidos cotidianos, sonidos raros, canciones, voces, sonidos de instrumentos.
Explorar materiales de diferentes texturas, con las manos y con los pies. Texturas suaves, ásperas, rugosas, lisas, esponjosas: algodón, alfombras, muñecos, cajas de cartón, cartón corrugado, telas, pañuelos, bufandas, esponjas, cepillos.
Jugar con masa.
Oler: flores, pañuelos perfumados, la comida.
Gallito ciego de sabores: adivinar el sabor de algunos alimentos, teniendo los ojos tapados.
Preparar distintas comidas y degustarlas.
Cestos sensoriales, rellenos con diferentes materiales: arena, tierra, palitos, piedras, hojas secas, muñequitos.
Armar espacios para poner el cuerpo en movimiento: con cajas, telas, cintas, colchonetas.
Poner en palabras, en la acción y al cerrar las actividades, las sensaciones que tuvieron: ¿Cómo era la tela? ¿Suave, áspera? ¿Qué sintieron cuándo tocaban el cartón? ¿Les gustó tocar la arena?
A los chicos más grandes, podemos contarles los nombres de los sentidos, para qué los utilizamos, volcar la información en una tabla o escribirla en una hoja, buscar información en libros o en internet, investigar.
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